05
DIC
2022
En 2022 hemos reducido el consumo de gas más de lo previsto

Un par de posts más arriba hemos visto que los resultados económicos de URBEROA han resultado muy favorables para nuestros cooperativistas. ¿Qué podemos decir de los resultados medioambientales? URBEROA utiliza mayoritariamente gas natural, por lo que un indicador de avance a los objetivos de sostenibilidad es precisamente la evolución de su consumo. Aquí también, los resultados son mejores que los previstos.
En efecto, en 2022 hemos reducido el consumo de gas un 16% en relación con 2021, al bajar de 24.7 GWh a 20,7 Gwh. Esta reducción de 4,0 Gwh, muy afortunada dados los precios a los que se paga el gas natural, se debe principalmente a 2 factores:
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- La sustitución del gas por biomasa, que ha permitido reducir directamente el consumo de gas en 1,1 Gwh.
- La menor producción de electricidad para exportación, que implica un ahorro adicional de 3,9 Gwh.
La menor exportación eléctrica, medida en Kwh, se debe a dos factores: por un lado, la relación de precios existente entre el precio del gas y el precio de la electricidad exportada, que en determinados momentos hace que no sea rentable su producción; y la caída de la demanda térmica para calefacción y agua caliente, ya que debe guardarse una determinada proporción entre producción eléctrica y producción térmica para tener derecho a los beneficios del estatuto especial.
En el gráfico se presenta el flujograma que liga el consumo de gas y biomasa con la producción de electricidad y calor. Las cifras en negro representan las previsiones iniciales del año (ya presentadas en el post de 29/07/22) y en rojo, los datos de la previsión actual, con información real al 1 de noviembre. Como se puede comprobar, sólo el consumo de biomasa ha sido mayor que el inicialmente previsto, mientras que todos los demás valores se han reducido en función de la menor demanda.
A propósito de la biomasa interesa indicar que el encarecimiento del gas arrastra también al alza al precio de la biomasa. En nuestro caso, el precio de la biomasa se ha incrementado en un 56% a lo largo del año, por encima de lo que (en nuestro caso) ha supuesto la subida del gas (36%). Esto obliga a mantener un análisis continuo de la evolución de los precios relativos para determinar cuando resulta más interesante utilizar un input u otro.