Noticias y proyectos / Futuro energético

10
OCT
2021

¿HIDROGENO EN LUGAR DE GAS NATURAL?

Está previsto que el gas natural desaparezca a medio plazo como fuente de energía, tanto por razones de mejora ambiental (eliminación de emisiones de CO2) como de disponibilidad (en algún momento llegará a acabarse) y por motivos de independencia energética (reducción de riesgos políticos frente a suministradores poco fiables).

Pero  mucho antes de que eso suceda se contemplan fuertes restricciones sobre el uso de las energías fósiles. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) recomendó en mayo pasado (Net Zero by 2050) que se prohiba la venta de calderas de gas más allá de 2025.

Paralelamente, en los próximos meses culminará la revisión quinquenal de la normativa europea sobre el llamado ecodiseño de calderas y sistemas de calefacción. España, junto con Italia y Portugal, se ha mostrado contraria a la recomendación de la AIE, con el argumento de que en el proceso hacia la descarbonización deben considerarse también los biocombustibles y el hidrógeno, y no solo la electricidad. Por el contrario, Francia, Alemania, Austria, Dinamarca y Suecia,  la apoyan.

¿Qué implicaciones tendría la desaparición del gas natural (o una penalización importante sobre su precio) para nuestro sistema Urberoa de calefacción comunitaria? O dicho de otra forma, ¿qué alternativas se abrirían para la continuidad de Urberoa a medio y largo plazo?

Una primera alternativa, muy de actualidad, es que el hidrógeno desplace al gas natural como fuente de energía primaria. Podemos imaginar fácilmente que esta alternativa sólo supondrá un cambio pequeño en nuestro modo de operación: En lugar de gas natural, a nuestra central de cogeneración llegaría (por tubería o por camiones cisterna) hidrógeno, que se quemaría para producir electricidad y calor, igual que ahora. En la práctica, una sustitución completa será sin duda algo más complicado porque se requerirán cambios en las calderas y otros componentres de la central por tratarse de gases de características diferentes.

Por el momento, los primeros proyectos piloto se centran en alcanzar una complementariedad entre ambos gases, manteniendo con pequeñas adaptaciones los diversos componentes del sistema. Esta complementariedad tiene por límite una combinación que no supere el 20% de hidrógeno sobre el volumen total. Evidentemente, en esta fase el gas natural sigue siendo necesario aunque ya de partida se logra una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Entre las primeras experiencias aplicadas a la calefacción urbana se encuenta la propiciada en el Reino Unido por el proyecto HyDeploy que ha incorporado el hidrógeno a la red de gas natural que sirve a la población de Winlaton, en el nordeste de Inglaterra, con algo más de 650 viviendas y centros públicos y de trabajo (foto superior). Se trata de la segunda fase de un proyecto impulsado por Cadent, la mayor empresa distribuidora de gas del país, la Universidad de Keele y otros, que aspira a extenderse al conjunto del país y convertirse así en la pieza clave de la descarbonización de la energía (0 emisiones netas) para el año 2050. Winlaton no oferta, sin embargo, un servicio de District Heating como Urberoa, sino un acceso individual a la red de gas.

Por estas tierras las cosas van más atrasadas. Con todo, Nortegas (distribuidor y propietario de la red en Euskadi) está ya investigando junto con Tecnalia la adecuación de la red para la distribución conjunta de gas natural e hidrógeno. El siguiente paso será la experimentación y en este punto Urberoa formará parte de las primeras experiencias. Esperamos avances en 2022.

La buena noticia es que en un sistema de District Heating como el nuestro, tanto en el supuesto de sustitución parcial del gas natural como en el de sustitución total, los cambios se producirían en las instalaciones de la Central y no en los domicilios de los consumidores. Por el contrario, el sistema individualizado de calefacción por gas natural implicará cambios no sólo en la red de distribuión del gas natural sino en cada caldera individual.

Otras alternativas al uso de gas natural pueden provenir de una mayor electrificación del sistema en base siempre a fuentes renovables de electricidad (electricidad verde), de la aerotermia y de la biomasa, solas o conjuntamente. Abordaremos estos temas en próximas entradas.

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